jueves, 4 de junio de 2015

Mi experiencia significativa

Más que hablar de una experiencia exitosa, me gustaría evocar una experiencia que ha sido significativa en la creación de un ambiente favorable para el aprendizaje de los alumnos. Me refiero al primer proyecto que desarrollamos durante el ciclo escolar (2010-2011), propuesto y titulado en el Plan y programas de primer grado, como: Establecer y escribir las reglas para el comportamiento escolar y que en el ciclo escolar anterior fue nombrado bajo el título: ¡Con orden, todo funciona mejor! Ya sea bajo un título u otro, este proyecto hace referencia a la construcción grupal de las reglas que permitirán una mejor organización del grupo. Lo significativo de este proyecto es que, es el propio grupo el que propone y decide las reglas bajo las cuales se trabajará durante todo el ciclo escolar; así como las consecuencias en caso de que alguien decida no respetar alguna regla. Los alumnos construyen las reglas y se apropian de ellas. No les son impuestas. Son pensadas y decididas por ellos. Para mí, este proyecto, es el primero a desarrollar con los alumnos; ya que estructura la forma en que trabajaremos y nos relacionaremos.
Iniciamos el proyecto recuperando a través de cuestionamientos los saberes previos de los alumnos, ¿En tu casa hay reglas para convivir?, ¿Cuáles?, ¿Quién decidió esas reglas?, ¿Sigues esas reglas?, ¿Por qué sí o por qué no?, ¿Para qué sirven esas reglas? y ¿En qué otros lugares has visto que hay reglas?
Comentamos el propósito del proyecto en el que trabajaremos juntos y lo que se espera que aprendan a lo largo de éste.
Bajo la consigna ¿Qué reglas propones para que en este grupo estemos tranquilos, contentos, divertidos y aprendiendo juntos? Las propuestas del grupo son registradas (todas) en el pizarrón y el alumno que hizo la propuesta explica el para qué de esa regla. Los demás escuchan y se hace una votación para decidir si esa regla formará parte del reglamento del grupo.
Una vez que se han decidido las reglas, los alumnos las registran en sus cuadernos. En plenaria leemos las reglas y hacemos los cambios necesarios para que queden más claras y evitando palabras que parezcan imposición “No”.
Así como se deciden las reglas con las que trabajaremos, los alumnos proponen y votan también sobre lo que pasará en caso de que alguien no cumpla las reglas (las consecuencias).
Reflexionamos sobre el cuidado que debemos tener todos para que las reglas del grupo se cumplan.
Se elaboran carteles con las reglas y se pegan en la pared que está al frente del salón.
Los aprendizajes de los alumnos con relación a esta práctica social del lenguaje los observo a diario, sobre todo en sus actitudes y en las formas de relacionarse e interactuar con los demás integrantes del grupo. Las observaciones que hacía al respecto fueron comentadas en el grupo, así como el invitarlos a reflexionar sobre lo que podíamos hacer ante conflictos que se presentaron por no respetar las reglas.
De esta experiencia he aprendido que el que los alumnos creen sus propias reglas da estructura, identidad y fortaleza al grupo, que esto permite un mejor ambiente para el aprendizaje y que hacemos a los alumnos co-responsables en sus procesos de aprendizaje; pero también aprendí que es importante hacer un re-encuadre de las reglas, analizar a lo largo del ciclo escolar cuáles son operativas y cuáles no lo están siendo y llevar a los alumnos a que reflexionen sobre esto.

RELATO AUTOBIOGRÁFICO

Antes de iniciar con la escritura formal de este relato, me gustaría compartir una narración que escribí y que me parece que de una forma divertida retrata un poco cómo vivo mi experiencia docente.
Este es el cuento de nunca acabar y que siempre inicia igual. Había una vez unos seres muy especiales, aunque eran pequeños de edad y de tamaño, poseían una enorme inteligencia, curiosidad y creatividad. Eran unos excelentes imitadores y tenían una gran capacidad de adaptación. Eran conocidos como los primerianos, venían de dimensiones distintas, unas bastante oscuras, en donde prevalecía la violencia, el autoritarismo, la incomunicación y la agresión constantes, muchas veces ocultas tras las más sublimes formas. Hasta las dimensiones brillantes, en las que reinaba el amor y la comprensión. Todos ellos, en cierta etapa de su vida, entraban a la dimensión comúnmente denominada  desconocida, y que preferimos llamar así, para no recurrir al largo nombre científico, que se torna un trabalenguas  “organizadesarrollaaprendizajessocioexperiencialesemocionalesfísicosymentales”.
Al principio la dimensión desconocida era vista por muchos de los primerianos como algo incomprensible, de donde rápidamente querían salir para ir a sus ya conocidas y habituales dimensiones. No querían estar más tiempo con la “malvateacher”; pues no querían esas fórmulas antiagresión, anticaos, antiviolencia, antichisme, anticonsentidos y anticaprichos. ¿Cómo?, ¿Qué es esto?, ¡Qué horror! Si estaban adaptados a situaciones completamente contrarias y las imitaban a la perfección. La “malvateacher”, como la llamaban algunos de los primerianos, era la encargada de crear fórmulas y pociones que llevaran a los primerianos a la dimensión desconocida en donde se buscaba que alcanzaran la tranquilidad para actuar de formas distintas a las acostumbradas en las dimensiones oscuras. Los primerianos de las dimensiones brillantes se convertían en perfectos aliados de la “malvateacher”; pues le ayudaban a crear las pociones procomunicación, proaprendizaje, procolaboración, procomprensión, prorespeto y proamor.
Conforme transcurría el tiempo en la dimensión desconocida, la “malvateacher” a veces desesperaba y se desanimaba, cuando los primerianos regresaban a la imitación de las más primitivas y dañinas actitudes y acciones aprendidas en sus dimensiones. Pero recobraba ánimo e inmensos deseos de continuar su labor cuando observaba y reconocía los cambios de algunos de los primerianos, o, al ver el interés, deseo y gusto por aprender de los que eran sus aliados.
La  “malvateacher” a lo largo de su experiencia había aprendido hechizos muy efectivos y con grandes alcances para los primerianos. Uno de ellos era el hechizo “organizaestructurador” que consistía en que los primerianos propusieran y votaran sus propias reglas y las consecuencias al no cumplirlas. Ya que esas serían las reglas con las que organizarían su trabajo durante todo un año.  Otro era el hechizo “dialogasolucionador”  hablar y resolver frente a todos cualquier cosa que pasara con ellos al estar en la dimensión desconocida. Todo, todo se habla y se resuelve. Un hechizo fundamental en la dimensión desconocida era el “grupopalancaaprendizajes”;
ya que de alguna forma hay que mover a los primerianos que están como estancados, sin disposición para cambiar actitudes aprendidas en las dimensiones oscuras y entonces el grupo de primerianos con deseos e interés por aprender se convierten en una palanca para mover a los estancados a aprender nuevas cosas. Y el hechizo que nunca falla el “reciprocariñorespeto”, cuya fórmula mágica es tratar a los primerianos como personas, no como cosas. Respetarlos y darles cariño y ellos terminan dando lo mismo a la “malvateacher”, hasta aquéllos en cuyas dimensiones la “malvateacher” es vista como el adversario a vencer.

Los logros en la dimensión desconocida a veces son muy grandes, en otras, no  tanto; pero año con año la “malvateacher” espera con mucho ánimo a los nuevos primerianos... ¿Qué fórmulas y hechizos nuevos aprenderán?

Actualmente al trabajar con los alumnos tengo que considerar la complejidad del contexto en el que se está llevando a cabo mi actividad profesional; ya que hay una gran diversidad de alumnos y debo lograr integrar a todos considerando sus distintas necesidades e intereses. Sobre todo ahora que los alumnos viven percibiendo una gran cantidad de información, que les llega a través de distintos medios y que dejan fuera prácticas pedagógicas tradicionales. Ante tanta diversidad de fuentes de información, sobre todo el Internet. Los alumnos se aburren con estrategias poco innovadoras.  De ahí que esté buscando como maestra, el que las estrategias para desarrollar los distintos aprendizajes esperados sean atractivas y de interés para los educandos.

Mi estilo de actuación pedagógica actual, está centrado en retomar las propuestas teóricas y metodológicas propuestas por la RIEB. Es un estilo centrado en el aprendizaje como producto del trabajo colaborativo. Enfoco mucho mi práctica a entender y atender el área emocional y socioafectiva de los alumnos. Para mí el comprender a mis alumnos es pieza clave para decidir las estrategias y formas de trabajo. También analizo y reflexiono mucho sobre los logros o los obstáculos y reconozco los errores que he cometido; así como las estrategias o alternativas de solución. Ese mismo análisis me permite darme cuenta de prácticas tradicionales que no son favorables para avanzar en los aprendizajes y con ello el que exista la posibilidad y decisión de mi parte de cambiarlas.

Mi formación y experiencias personales y profesionales han sido aspectos esenciales para mostrar disposición a los cambios; ya que he tenido la oportunidad de estudiar dos licenciaturas, una en
Educación Primaria y la otra en Psicología. Las competencias que desarrollé en la Licenciatura en Educación Primaria me permitieron un desarrollo en cuestiones didácticas y de cultura general; pero la segunda carrera me permitió un pensamiento más crítico y reflexivo con relación a las relaciones humanas y la forma en que como sujetos nos constituimos a partir de los otros. He logrado complementar mi formación y “mirar” de una manera diferente muchas situaciones y aconteceres diarios de mi práctica para lograr comprenderlos y llevar a mis alumnos a reflexionar y actuar sobre ellos.

Una experiencia que ha sido importante en la forma en como hoy actúo profesionalmente, es que desde la Normal he tenido interés por conocer lo que sucede de manera manifiesta y latente dentro de un grupo, específicamente, en el grupo escolar. De hecho, mi tesis para titularme en la Normal tuvo como tema central la forma en que la dinámica del grupo escolar influye en los aprendizajes de los alumnos y algunas de las propuestas que realicé en mi tesis he intentado llevarlas a la práctica en los grupos con los que he trabajado.

Cuando estudié psicología, el modelo de trabajo en la UAM-Xochimilco era a través de proyectos de investigación, lo que me ha permitido una mejor comprensión de una de las estrategias metodológicas propuestas por la RIEB: los proyectos.

En mi vida personal ha sido un placer e interés el viajar. De esta forma he conocido otras culturas, he disfrutado obras de arte, admirado paisajes bellísimos, y sobre todo, compartir experiencias con otras personas. Esto me ha permitido tener puntos de comparación y copiar aspectos positivos de otras culturas para llevarlos al aula.

El planear me parece un proceso de gran importancia en la vida personal y profesional; sin embargo, esta cuestión de imaginar situaciones en un futuro, me genera un poco de conflicto en el sentido de obsesionarse con el pasado o el futuro, cuando lo certero y próximo es el presente. Es el momento en el que puedo actuar, en que puedo decidir y hacer. Por lo tanto, si veo la forma en que estoy actuando personal y profesionalmente en la actualidad, entonces a futuro, pienso en una vida personal y profesional activa, en la que siga actualizándome, viajando, con deseos de realizar cosas nuevas, de seguir aprendiendo, de conocer a más personas, y, sobre todo, espero que mi trabajo siga siendo una de mis grandes pasiones.


CIERRE
 




                                                                                       

Realizar esta actividad me permitió desarrollar un proceso que es necesario poner en práctica con los alumnos; me refiero a la evaluación, específicamente, la autoevaluación. Reconocer lo que uno mismo ha logrado y lo que le falta por hacer, no es sencillo. Requiere de un pensamiento crítico y reflexivo; así como también de disposición para aceptar otras dos partes importantes en el proceso de evaluar: la coevaluación y heteroevaluación.

Comprender que entre más personas estén evaluando el proceso y los resultados, esto permitirá mayor objetividad y posibilidad de cambiar lo que sea necesario es, desde mi punto de vista, una competencia que todos los actores implicados en la educación debemos desarrollar.

Hacer un relato autobiográfico, sería desde el punto de vista psicológico, realizar una introspección. Llevar a cabo un proceso así requiere del desarrollo de habilidades, actitudes y procedimientos. Entender lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, para qué y por qué son aspectos a considerar en una evaluación. Me parece que de alguna manera este trabajo me permitió hacerlo.










                                               


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