jueves, 4 de junio de 2015

Sentido y significado de las ciencias sociales, el pensamiento complejo y las competencias para la vida en mi práctica docente

Reforma Integral de la Educación Básica
Diplomado para maestros de primaria:
3º y 4º grados

Módulo 1:
Fundamentos de la Articulación de la Educación Básica



Sentido y significado de las ciencias sociales, el pensamiento complejo y las competencias para la vida en mi práctica docente





Participante: Profra. Sandra Ivonne Sanabria Medina

22 de enero de 2012
Ciclo escolar 2011-2012







Contenido

Introducción

Los discursos y teorías imperantes en la sociedad demandan acciones por parte de cada uno de sus integrantes. Los conceptos con relación a las Sociedades del Conocimiento, al desarrollo de un pensamiento complejo, y a las competencias necesarias en nuestra sociedad, cobran especial sentido y significado en  la Reforma Integral de la Educación Básica. Las acciones de alumnos, maestros, autoridades educativas, padres de familia, organizaciones civiles y sociales, dentro de las comunidades escolares y fuera de ellas, se encuentran en un proceso de transición. Este requerirá tiempo, comprensión y esfuerzo. En primer lugar para enfrentar y vencer resistencias al cambio. En segundo lugar, para hacer uso de los conocimientos de manera que permitan afrontar las incertidumbres, los riesgos, las situaciones y problemáticas diarias de una manera compleja (Olivé & Pérez Ransanz, 2006).
La formación profesional continua del maestro será elemento clave para desarrollar un pensamiento que permita un diálogo constante entre teoría y práctica. Esto hará posible una comprensión de la realidad que trascienda el uso de un saber disciplinario. Se permite así una verdadera comprensión humana que ayude a acercarnos a posturas y soluciones éticas, alejándonos de perspectivas maniqueas. Se favorece así el desarrollo de la autonomía, democracia, autogestión y colaboración.
Una reflexión crítica en torno a cuestiones que hemos trabajado a lo largo de la implementación de la RIEB es el propósito del presente ensayo. Pretendo dar respuesta, desde mi experiencia docente, a las siguientes interrogantes:
·         ¿Qué ejemplos de soluciones a problemas sociales contemporáneos conozco que sean el resultado del trabajo de ciencias sociales y humanidades?
·         ¿Cómo pueden ser enseñadas las competencias para la vida en un mundo en cambio rápido y constante?
·         ¿Qué es el concepto de pensamiento complejo, y cuál es la importancia de introducir este concepto en la práctica docente?

Las ciencias sociales y humanidades, y su aplicación en la solución de problemas sociales contemporáneos

En mi práctica profesional, un ejemplo de la forma en que se pone en acción el conocimiento derivado de las Ciencias Sociales y Humanidades consiste en retomar los fundamentos teóricos planteados en el Plan y Programas de Estudio de Educación Primaria 2011, para implementar el trabajo colaborativo, como una de las estrategias que se proponen para lograr el desarrollo de competencias (SEP, 2011, pág. 32).
Dentro del grupo escolar, al estar los niños interactuando unos con otros, van a la vez aprendiendo a resolver problemas con la cooperación de todos, haciendo uso de sus saberes previos. Esto enriquece el trabajo, ya que cada alumno, de acuerdo a su formación escolarizada y no escolarizada, pone en práctica conocimientos, habilidades, actitudes y procedimientos que  al ser socializados, son también aprendidos a su vez por los otros.
En mi salón de clases, una manera de promover el trabajo colaborativo consiste en poner a los alumnos a hacer pinturas, utilizando acuarelas. Se les entrega únicamente un juego de acuarelas y un pincel por equipo, con la finalidad de lograr que ellos aprendan a compartir el material e intercambiar ideas. Durante el proceso se observa como los alumnos descubren cosas. Por ejemplo, mezclan los colores. El alumno que experimentó al mezclar los colores amarillo y violeta obteniendo marrón lo socializa con los demás. Les dice lo que él investigó o descubrió con sus propias palabras.
Al momento en que los alumnos están haciendo sus pinturas platican sobre lo que están dibujando. Un alumno menciona que  va a dibujar el otoño, porque en el otoño se caen las hojas de los árboles y se ven muy bonitas, todas en el piso. Después, cada alumno pasa a mostrar su pintura, y a decirles a los demás lo que quiso expresar. A la vez, se desarrolla la escucha y la empatía, al llevar a la reflexión a los alumnos cuando alguien interrumpe con preguntas. Por ejemplo: ¿Cómo se sienten ellos cuando no son escuchados o cuando no se les pone atención? Esto tiene el fin de fomentar que se coloquen en el papel del otro.
Este tipo de actividad evidencia las competencias que los alumnos están desarrollando. Un caso es cuando un alumno empieza a sugerir a los demás integrantes del equipo que se vayan turnando el pincel, para que todos puedan pintar y contribuir con algo a su pintura. Entonces, el niño está poniendo en práctica el liderazgo, la democracia. Está logrando hacer que los otros lo escuchen y comprendan que es importante que todos pinten en el dibujo.
Respecto a la práctica de los saberes conceptuales de los alumnos al momento de realizar la pintura, ellos empiezan a reconocer lo que saben con relación al tema sobre el cual están creando su pintura, ya sea los elementos de la naturaleza, los cambios en la naturaleza, el cuidado del medio ambiente, e identifican la importancia que tiene la naturaleza y la forma en que ellos cooperan en su cuidado.
Con este trabajo los alumnos aprenden también a respetar la diversidad, al convivir con diferentes compañeros en los equipos. Desarrollan su tolerancia, al respetar turnos para hacer uso del pincel. Desarrollan su creatividad, al hacer sus pinturas, no sólo con lo que saben, sino también con lo que se imaginan, lo que desean, lo que a ellos les gustaría hacer. En este caso en beneficio de la naturaleza y del cuidado del medio ambiente.
Otra competencia que se pone en juego es el manejo de la información (SEP-UNAM, 2011, pág. 111) ya que los alumnos al terminar su pintura escriben en la parte de atrás de la misma lo que ellos quisieron expresar. Al hacerlo, ponen en práctica distintos conceptos y habilidades. Organizan sus ideas para escribirlas de manera coherente, con el fin de que los otros logren entender lo que quisieron expresar.
Al implementar esta estrategia de acuarelas, se están considerando distintos aspectos, desde el económico, porque no se le pide material a cada niño, ya que muchas de las familias de los alumnos tienen escasos recursos, y no logran el acceso a los materiales. Al haber un solo material para cada equipo se facilita que los alumnos tengan oportunidad de utilizarlo, y que puedan hacer su trabajo, sin necesidad de que el material haya sido adquirido por sus papás. El material es entonces comunitario. Es de todos y para todos. Así mismo, se pretende mejorar en el aspecto social. Se abordan las relaciones entre los integrantes del grupo, ya que al trabajar todos para elaborar un producto común, la pintura, se intenta que los alumnos disuelvan o rompan esas barreras que hay para relacionarse.
El puente que los alumnos logran hacer entre lo que saben y lo que hacen se deriva de las lecturas que realizan, ya sea en el grupo o en casa,  con relación a la naturaleza, los animales, la extinción de algunos animales, el medio ambiente, los componentes de la naturaleza, y los cambios en el ambiente a lo largo del tiempo. Todos estos conocimientos los relacionan al momento de hacer su pintura.
En el contexto social de la Ciudad de México se presentan programas y proyectos que se realizan mediante la intervención en comunidad  de instancias gubernamentales, organizaciones civiles o sociales en los que se busca un trabajo multidisciplinario o interdisciplinario, para abordar diversas problemáticas sociales tales como: Adicciones, obesidad, violencia, marginación, diabetes, contaminación, y otros. Ejemplos de estos proyectos son: Programas para atender la Violencia Familiar, donde se realizan campañas, talleres, formación de grupos de ayuda mutua, trabajo legal y psicológico con personas que viven violencia en las familias, específicamente mujeres y niños. Proyectos educativos, para abordar de una manera transdisciplinaria problemas como la obesidad, la violencia, la contaminación, entre otros (SEP, 2011). Programas de atención y prevención de las adicciones, como los que se siguen en el Instituto de Asistencia e Integración Social, donde las personas adictas a distintas drogas trabajan sobre los problemas que los han llevado a la dependencia a substancias, con la participación de médicos, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeras y psicólogos. También proyectos de investigación y de intervención comunitaria que se llevan a cabo en distintas Universidades, para comprender o solucionar problemas sociales. Proyectos en los que se busca la participación de toda la sociedad, como el de la separación de la basura en orgánica e inorgánica, y el de rescate de espacios urbanos.  Diseños para evaluar los alcances, limitaciones, lo que hay que modificar, lo que ha funcionado en los programas y proyectos sociales.
En todos los casos reseñados arriba, las ciencias sociales y las humanidades han sido esenciales en la realización y seguimiento de estos proyectos. Aportan conocimientos para el estudio, análisis, comprensión y búsqueda constante de solución a los problemas sociales que vivimos diariamente, como resultado de ser actores complejos, viviendo y construyendo una realidad compleja.

Desarrollo de competencias para la vida en un mundo en cambio rápido y constante

Ser competente en distintos ámbitos es útil, independientemente de los cambios que se dan social y tecnológicamente. Cuando una persona es competente, por ejemplo para relacionarse con otros, para ser creativo en ciertas circunstancias, para actuar de manera diplomática, se trata de competencias básicas. Éstas son funcionales independientemente de los cambios sociales que se den. Algunas competencias trascienden los tiempos y situaciones. Hay competencias específicas que tienen que ver con tecnologías particulares y con momentos sociales, culturales y económicos. En estos casos, sí se necesitan desarrollar para una situación dada (Guadalupe, 2005, pág. 29).
La idea de cambio genera miedo e incertidumbre en las personas. Produce falta de confianza y miedo a la violencia que se genera por injusticias derivadas de las acciones de instituciones o empresas, cuando se aprovechan en momentos de cambio. Sin embargo, si uno aprende a reconocer las ventajas en distintas situaciones de transición, las posibilidades que nos ofrecen los cambios tecnológicos, o transiciones culturales, se aprende también a identificar a sujetos y procesos que violentan los derechos humanos. Se puede en efecto aprender a operar bien en situaciones de cambio. Saber funcionar ante múltiples contextos conforme varían es una competencia importante (Montaño Fraire, 2012).
En un entramado social complejo, tal como el que vivimos actualmente, pensar en la idea de enseñar  sería una postura simplista y tradicional. Desde un pensamiento complejo, lograr que los alumnos  desarrollen  competencias para la vida implica la participación de toda la sociedad. Lo primero que los maestros debemos tener en mente es que nuestro rol ha cambiado. Pensarnos y actuar como facilitadores del aprendizaje, el desarrollo de competencias para la vida, es trascendental. Ser competente para la vida implica aprender a resolver situaciones o problemas de manera ética,  aplicando distintos  saberes: Conceptuales, actitudinales y procedimentales. Nuestra labor docente actual debe entonces facilitar el desarrollo de esas competencias, mediante estrategias que promuevan el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir, y aprender a ser. Estos son los cuatro pilares de la educación (Delors, 1996). En el desarrollo de dichas estrategias los alumnos ponen en práctica competencias. Se hace posible así ver las cosas de una manera crítica, analítica y en la que los alumnos se estén constantemente relacionando e interactuando con otros, con su familia, con personas de su comunidad, etcétera.

Importancia del concepto de pensamiento complejo en la práctica docente

La noción de pensamiento complejo es un concepto que alude al estudio y comprensión del sujeto y su realidad, como unidad de conocimiento que no puede dividirse o fragmentarse. El sujeto y su realidad son constituidos por la relación entre múltiples elementos: Físicos, biológicos, psicológicos, económicos, políticos, sociales y culturales. Un sujeto y realidades complejas, requieren a su vez del desarrollo de un pensamiento complejo.
El pensamiento complejo alude al diálogo entre saberes. Implica el análisis y comprensión de los problemas y la realidad, para que se tomen en cuenta todos los actores que participan en esa realidad, y todos los elementos que la conforman. Solamente así se logrará entenderla de una manera integral, antes que fragmentada.
La noción de pensamiento complejo de Edgar Morin es importante en ciencias sociales porque nos permite comprender el hecho de que los fenómenos sociales, las situaciones que vivimos y los problemas que abordamos, son todos de carácter complejo (Morin, 1999) (Montaño Fraire, 2012). La noción de complejidad implica que una situación de vida, una situación social, o un problema que buscamos solucionar es un entramado de fenómenos, sucesos e intereses. Entre ellos existe una interrelación compleja.
La noción de competencia connota una práctica vista de manera transdisciplinar, justamente compleja.
Es importante la noción del pensamiento complejo en la práctica docente porque hace posible una distinta forma de abordar la realidad, especialmente la realidad educativa. Permite considerar al grupo escolar, la forma en que se diseñan las planeaciones, se llevan a cabo las estrategias, evaluaciones y más. Permite construir soluciones más pertinentes y completas a los problemas que se van presentando. Genera respuestas en las que se consideran todas las relaciones entre diversos factores. Permite tanto a los maestros como a los alumnos pensar de manera crítica, analítica y reflexiva la trama diaria para lograr disminuir la incertidumbre y los riesgos, y con ello lograr mayor claridad y tranquilidad en lo que hacemos.

Conclusiones

Las teorías que fundamentan la práctica educativa actual demandan cambios en la praxis, en los roles del maestro y del alumno, y en la forma de pensar la realidad.
Las ciencias sociales y las humanidades aportan constructos teóricos y metodológicos que permiten comprender la realidad, e intentar dar solución a diversos problemas sociales, tanto en lo micro como en lo macrosocial.
El desarrollo de competencias para la vida nunca se reduce a la idea de enseñarlas. Implica una visión compleja, y cambios en las acciones del alumno y del maestro, así como la implementación de estrategias que promuevan la movilización de saberes.
El pensamiento complejo desarrolla el análisis, crítica y reflexión en torno a todos los elementos que componen una realidad, para su mejor comprensión. La importancia de este concepto en la práctica docente radica en lograr una formación transdiciplinaria, para apoyar la formación de alumnos competentes en su contexto social real.




Bibliografía

Delors, J. (1996). La Educación encierra un tesoro. Informe de la UNESCO para la educación del siglo XXI. México.
Guadalupe, M. B. (2005). Educación de calidad y competencias para la vida. Educar, 25-32.
Montaño Fraire, R. (21 de enero de 2012). Competencias y pensamiento complejo. (S. Sanabria Medina, Entrevistador)
Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Barcelona, España.
Olivé, L., & Pérez Ransanz, A. (2006). Las sociedades humanas en el siglo XXI; . México, DF: Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM.
SEP. (2011). Plan de Estudios 2011 Educación Básica. México, DF.
SEP-UNAM. (2011). Reforma Integral de la Educación Básica. Diplomado para Maestros de Primaria:3o. y 4o. grados. Módulo I "Fundamentos de la Articulación de la Educación Básica", Guía del participante, Ciclo escolar 2011-2012. México, DF: SEP.



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