El arte de ser maestro
15/05/2019
Hoy es un día especial: Quienes nos dedicamos a la docencia estamos de plácemes.
Ser maestro es todo un arte...
En ocasiones somos pintores, pues intentamos dibujar una sonrisa en el rostro de nuestros
alumnos, y tratamos de pintar en el lienzo de sus mentes las imágenes de personas, lugares y
acontecimientos que despierten en ellos la curiosidad y el deseo de seguir aprendiendo.
A veces, jugamos el papel de literatos y compartimos con nuestros estudiantes la pasión por
adentrarnos a mundos mágicos, a través de la lectura o escritura de un cuento, una leyenda,
una fábula o una novela. El desenlace más esperado que hace vibrar a nuestros corazones es
cuando observamos a nuestros alumnos escribiendo sus propios textos, o seleccionando los
libros que desean leer.
Bajo otras circunstancias, nuestro rol cambia, y nos transformamos en actores de teatro.
Damos vida en clase a diversos personajes: Somos el conejo con guantes de cabritilla, reloj y
abanico. El emperador que desea que un niño le pinte con su pincel mágico un árbol con
riquezas. El niño, cuyo dibujo no es comprendido por ningún adulto. El lobo que toda situación
le pone sentimental.
Gozamos cuando vemos a los estudiantes crear y dar vida a sus propios personajes, y
celebramos en grande, con el
aplauso más efusivo, cuando
nuestros pequeños actores
superan la que para nosotros
fue nuestra mejor actuación.
Sí, en definitiva, a pesar de las
dificultades que tengamos que
enfrentar, puedo decir que
elegí un papel que amo
representar: “Ser maestra”. Y
que deseo seguir llevándolo a
cabo con todo el compromiso
y calidez humana que sean
necesarios.
¡Feliz Día del Maestro!
Sandra Sanabria Medina