El círculo de ayuda

Una experiencia que ha sido especial para el grupo de primer año con el que convivo por las mañanas, en una escuela primaria pública y que hemos denominado "El círculo de ayuda", consiste en apoyar a los niños con más dificultades en su proceso de lectoescritura y ¿cómo lo hacemos? Se trata de formar diario un círculo y en el centro de éste se coloca el alumno al que le vamos a ayudar ese día, poniéndole a resolver una actividad en la que participan todos y que presenta un reto para el alumno que se encuentra en el centro del círculo, porque son alumnos que aún no logran entrar al mundo mágico de la lectura y la escritura, por diversos motivos.

Un elemento fundamental de esta actividad es que el niño que se encuentra ese día en el centro del círculo, siente y tiene la atención de todo el grupo puesta en él, lo cual tiene como primera intención abrazarlo y darle seguridad y confianza en él mismo, hacerle sentir lo importante que es para el grupo, eliminar cualquier situación que pueda convertirse en distractor, conectarlo con una actividad en la que tiene que poner toda su atención y sus habilidades para resolverla.

Las actividades son distintas para cada alumno. Una de ellas consiste en que a cada niño del círculo se le entrega una tarjeta para que en ella escriba su nombre. Cada alumno, después de escribir su nombre, muestra la tarjeta a su compañero que está dentro del círculo y lee en voz alta lo que está escrito, señalando también la letra con la que inicia su nombre. Cuando todos los alumnos del círculo  han terminado de leer lo de la tarjeta y de indicar la inicial del nombre, me entregan su tarjeta. Revolvemos las tarjetas y le pedimos al alumno que estamos ayudando que trate de leer lo escrito en la tarjeta y le entregue ésta al niño que corresponde. Cuando el alumno no logra leer una de las tarjetas, quien le quiera ayudar levanta la mano y se da la oportunidad a uno de ellos de apoyarle a su compañero leyendo lo que dice en la tarjeta.

Cada que el alumno logra leer una de las tarjetas y entregarla a quien escribió la palabra, todo el grupo le da un fuerte aplauso.

Es muy grato observar cómo el alumno que está dentro del círculo se muestra contento, con toda su atención centrada en la actividad y la forma en que los demás le apoyan y participan para lograr que su compañero lea y escriba de manera funcional.